top of page

Árboles Retorcidos en la Costa Este de Puerto Rico



La costa noreste de Puerto Rico cuenta con un terreno perteneciente al Fideicomiso de Conservación conocido como las Cabezas de San Juan localizado específicamente en el pueblo de Fajardo. Los manglares representan un ecosistema de alta productividad, con gran riqueza ecológica (CONABIO 2009). La amplitud en la distribución de los organismos depende de una gama de factores, e.g., temperatura, humedad otros factores físicos y químicos, dispersión, conducta e interacciones con otras especies (Rico-Gray 1996). Este terreno cuenta con un área donde se pueden encontrar las cuatro especies de mangles (rojo, blanco, negro y botón). Estos árboles o arbustos, poseen raíces aéreas respiratorias llamadas neumatóforos y son altamente resistentes a la salinidad. Los manglares se desarrollan en las planicies costeras de los trópicos húmedos, cerca de lagunas costeras y de las desembocaduras de ríos y arroyos (CONABIO 2009).


Los manglares se encuentran en zonas tropicales o sub-tropicales alrededor del mundo. Los bosques de mangle tienen descritas alrededor de doce especies ubicadas en ocho familias diferentes (Nybakken 1988). Una de las condiciones físicas más notables para la ubicación de estos bosques es que el oleaje es mínimo. Esto provoca que los sedimentos se acumulen en el fondo. Los sustratos de los manglares principalmente es fango. Los suelos de los mismos tienen una baja cantidad de oxigeno y una alta cantidad de sales (Nybakken 1988). La zonación puede estar limitada por el oleaje. Los bosques más extensos se desarrollan en zonas donde el oleaje tiene un rango vertical (Nybakken 1988).


Entre los organismos que se encuentran en los manglares están los herbívoros, insectos, moluscos, crustáceos y algunos peces, siendo los últimos tres los mas dominantes. Los organismos marinos se clasifican en dos tipos: los que se encuentran en los sustratos representados por la alta cantidad de raíces y los que se localizan en el fango. Algunas especies son: Littorina, Ascidia, Crassostrea, Aratus, Bartholomea, entre otras. Muchos de estos son sustratos de las raíces de los manglares (Nybakken 1988).


En Puerto Rico podemos encontrar cuatro de las diez especies de mangle descritas para la costa Atlántica. Su distribución de acuerdo a su distancia desde la orilla del mar hacia tierra es como sigue: mangle rojo, Rhyzophora mangle este se encuentra en la zona inundada por el agua. Se puede identificar por sus raíces adventicias que poseen poros o lenticelas que le permite incorporar nutrientes y llevar a cabo intercambio de gases. Además cuenta con semillas colgantes (Ramírez 2005). El mangle negro, Avicennia germinans, se encuentra en áreas mas elevadas y tienen menor contacto con el agua no obstante este puede ser inundado de forma periódica. Sus neumatóforos salen de las raíces del suelo y cuenta con unas hojas alargadas en las que se pueden observar cristales de sal (Ramírez 2005). EL mangle blanco, Laguncularia racemosa no resiste los terrenos inundados y ocupa terrenos elevados y alejados de la orilla. Su hoja es ovalada con glándulas que secretan sal en su base. Por último el mangle botón, Conocarpus erectus, se localiza en la parte mas seca y alta del manglar y cuenta con frutos en forma de conos redondos que lo caracterizan. (Ramírez 2005). Los mangles comparten dos estrategias reproductivas catalogadas como vivíparo donde la fertilización de embriones continua sin tener una etapa de reposo o de semilla verdadera y la otra estrategia es donde la semilla es dispersada por el agua (Nybakken 1988).

Podemos decir que este ecosistema cuenta con una alta productividad y producción de materia orgánica. Sus raíces ayudan al refugio y hábitat de algunos organismos. Además protegen las costas de erosiones y marejadas altas. Muchos estudios científicos son realizados en estas áreas y se utilizan para actividades turísticas. Estos ecosistemas son de gran importancia ecológica y debemos tomar medidas para conservar los mismos ya que el ser humano los destruye para crear cascos urbanos (Calderón 2009). La reforestación de un mangle puede resultar bastante complicada ya que requiere condiciones físico-químicas particulares (Calderón 2009).


Referencias

Nybakken J. (1988) Marine Biology an Ecological Approach. Harper Collins Publishers, NewYork, 415-428.

Gray V y Palacion M. (1996) Salinidad y el nivel del agua como factores en la distribución de la vegetación en la ciénaga del NW de Campeche, México. Instituto de Ecología, México, 53-61.

Ramírez J. (2005) Los manglares. Universidad Interamericana de Ponce, Ponce Puerto Rico 1-8.

Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (2009). Manglares: Extensión y Distribución. CONABIO, Gobierno Federal, México, 6-98.

Calderón C. (2009) El valor de los manglares. CONABIO. Biodiversitas 82:1-6.

28 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


Post: Blog2_Post
bottom of page